Quizás, quizás, quizás…
Un día de estos logre más que escribir estupideces del porque no puedo escribir esa historia que empieza “Esta es la historia de mi abuela”, o como empiece lo importante es empezar.
Encuentre un camino que me lleve a vos.
Enfrente a ese monstruo mío del que me quiero escapar y al que he mantenido alejado de mi hijo, ese miedo paralizante.
Vaya hasta donde estas y llegue a los hechos no a estas interminables palabras.
Eventualmente, crea en mí.
Haga lo que me gusta, no necesariamente lo que quiero, por lo general siempre hago lo que quiero, pero con la cabeza, ahora quiero hacer lo que me gusta con el corazón.