Como ir con un libreto y morir en el intento
Una y otra vez me lo repetía en la cabeza, se lo repetía al que se me pasara por el frente, al que me llamara, al que quisiera oírme el cuento…
Y pues bueno tanto lo conté, tanto lo dije, tanto trabajo de programación neurolinguistica que llaman, para darme cuenta, una vez más, de que no soy dueña de mi destino y si alcanzo a tener algún control sobre él las decisiones que tomó tienen que tener una relación cabeza – corazón perfecta, no puedo decidir con la cabeza, me quedaron debiendo ese pedacito…
Entonces mil veces me digo y me repito, pero a la hora del té esa que habla desde un lugar que no conozco, al parecer dentro de mí, decide, es ella la que me convence de no irme, me quedo y me quedo feliz
1 Opinaron:
Vives más, gozas más, sufres más. Mientras no te odies por ello, mucho mejor!
Publicar un comentario